Si estás pensando en viajar al sur de Italia, no puedes dejar de visitar Polignano a Mare. Este precioso pueblo, colgado sobre acantilados que se asoman al mar Adriático, ofrece una combinación perfecta de historia, belleza natural y cultura. Durante mi ruta por Puglia, Polignano a Mare fue una de las paradas que más disfruté. Sus callejuelas empedradas, vistas al mar y un ambientazo al atardecer lo convierten en un destino perfecto.
En esta guía compartiré contigo los lugares imprescindibles que ver en Polignano a Mare, cómo llegar, dónde alojarte y dónde disfrutar de la gastronomía local. Todo basado en mi experiencia y con información actualizada para que aproveches al máximo tu visita este 2025.

ÍNDICE DE CONTENIDOS
- Un poco de historia sobre Polignano a Mare
- Qué ver en Polignano a Mare
- 1. Arco Marchesale (Porta Grande)
- 2. Centro histórico
- 3. Iglesia Matrice (Santa Maria Assunta)
- 4. Otras iglesias de Polignano a Mare
- 5. Museo Pino Pascali
- 6. Balcones al mar: miradores perfectos
- 7. Cuevas marinas
- 8. Puente Borbónico sobre Lama Monachile
- 9. Playa de Lama Monachile
- 10. Escultura Domenico Modugno y mirador
- ¿Cuánto tiempo necesitas para visitar Polignano a Mare?
- ¿Cómo llegar a Polignano a Mare?
- ¿Dónde alojarse en Polignano a Mare?
- ¿Dónde comer en Polignano a Mare?
- Consejos para tu visita a Polignano a Mare
- Preguntas frecuentes sobre Polignano a Mare
Un poco de historia sobre Polignano a Mare
Siempre me gusta saber un poco de la historia de los lugares que visito, no tanto para hacerme la experta, sino porque entender su pasado ayuda a mirar el presente con otros ojos. Polignano a Mare, por ejemplo, no es sólo un pueblo precioso sobre acantilados: es un lugar con muchísima vida a sus espaldas.
Este rincón bañado por el Adriático, en la provincia de Bari, ya estaba habitado en tiempos del Neolítico. Mucho más tarde, durante la época del Imperio Romano, se convirtió en una parada clave en la antigua vía Trajana, esa ruta que unía Roma con Brindisi.
Después llegaron otros: normandos, benedictinos, venecianos… cada uno dejó su huella. Los normandos trajeron prosperidad, sobre todo gracias a los monasterios fundados por los benedictinos. Durante la breve época veneciana —que apenas duró un par de décadas en el siglo XVI— Polignano reforzó sus vínculos con otros pueblos costeros del Adriático. Luego pasó a manos de los españoles, concretamente bajo dominio aragonés, cuando Carlos V recibió el control del lugar.

Ya en 1862, para distinguirla de otras localidades con nombre similar, el rey Vittorio Emanuele decidió añadirle el “a Mare”, y así dejar bien claro que el mar es parte inseparable de su identidad. Porque lo es. Basta con caminar unos minutos por el casco antiguo para sentir cómo todo aquí —las calles, las vistas, el aire mismo— gira en torno al mar.
Hoy, Polignano a Mare tiene unos 17.000 habitantes y, aunque en verano se llena de turistas, sigue conservando esa esencia de pueblo costero italiano. La pesca, la agricultura y la industria alimentaria siguen teniendo su peso, aunque también ha crecido como zona residencial, sobre todo para quienes trabajan en Bari y prefieren vivir en un lugar más tranquilo y bonito.
Ahora sí, sin más cháchara te cuento qué ver en Polignano a Mare, ¡toma nota!

Qué ver en Polignano a Mare
Como siempre te recomiendo, cuando estés en un pueblito con encanto e historia lo mejor es callejear mucho, perderte por sus estrechas callecitas, descubrir por intuición… dejarte guiar por tus pasos y la curiosidad.
Eso sí, te dejo aquí algunos de los rincones más destacados para que los guardes en tu mapa:
1. Arco Marchesale (Porta Grande)
El Arco Marchesale, también conocido como “Porta Grande”, es una estructura del siglo XVI que servía como entrada principal al centro histórico de Polignano a Mare.
Hasta 1780, era el único acceso al pueblo y formaba parte de las murallas defensivas. En su interior, se puede apreciar un mural anónimo que representa la Crucifixión de Cristo, datado del siglo XVI.
2. Centro histórico
Perderse por las callejuelas del centro histórico es una de las mejores formas de conocer Polignano a Mare. Las casas blancas, balcones con flores y pequeñas plazas crean un ambiente encantador.
No te pierdas la Piazza Vittorio Emanuele II, donde se encuentra el edificio medieval “Palacio del Reloj” o la iglesia Matrice.
Además, el centro está lleno de tiendas de souvenirs, bares y restaurantes que le dan vida durante todo el año, especialmente en verano, aunque con más turistas.

La Ruta de la Poesía
Una de las cosas que más me gustaron de Polignano a Mare fue descubrir que sus calles también se leen. Sí, se leen. Porque aquí las paredes, las puertas y hasta los escalones están salpicados de versos, frases poéticas y pensamientos que invitan a detenerse, mirar, respirar y seguir caminando un poco más despacio.
La historia detrás es preciosa: un hombre llamado Guido Lupori, originario de Bari, dejó su rutina, su trabajo, su ciudad… y se vino a vivir aquí para convertirse en escritor. Desde entonces, empezó a escribir por todo el pueblo: pensamientos propios, frases de sus autores favoritos, y los firmaba como Guido il Flâneur -Guido, el errante-.
El rincón más famoso es el Vicolo della Poesia, con sus escaleras llenas de palabras, pero lo bonito es ir encontrándolas sin buscarlas. Es como una especie de “caza del tesoro”, un paseo poético que te lleva por callejuelas tranquilas, rincones secretos y miradores inesperados.
No hace falta hablar italiano para entender la esencia: puedes usar el traductor del móvil y aún así emocionarte. Porque la poesía aquí no está solo en las frases, está en el aire, en la forma en la que el mar golpea los acantilados, en cómo te sentís caminando entre casas blancas con el corazón un poquito más abierto.
Te recomiendo que no lleves prisa. Mira bien. Y cuando creas que ya viste todas las frases… mira otra vez.

3. Iglesia Matrice (Santa Maria Assunta)
Ubicada en la Piazza Vittorio Emanuele II, esta iglesia del siglo XIII combina elementos góticos y barrocos.
Lo que más destaca es su campanario de 23 metros y un órgano napolitano del siglo XVIII.
En su interior hay algunas obras atribuidas al escultor Stefano da Putignano (siglos XVI y XVII) y el importante Políptico de la Virgen con el Niño y los Santos, del siglo XV sobre tabla dorada de Bartolomeo Vivarini. ¡Y no te pierdas el belén de piedra!
Además, se conservan en la Capilla de San Vito las reliquias del Santo, un fragmento del brazo y la rótula.

4. Otras iglesias de Polignano a Mare
Además de la iglesia Matrice, en Polignano a Mare hay otras iglesias pequeñas que vale la pena conocer si te interesa el patrimonio religioso o simplemente te gusta asomarte a rincones tranquilos mientras caminas.
La Iglesia de San José está en pleno centro histórico. Es discreta por fuera, con una fachada sencilla, pero transmite mucha paz.
Un poco más llamativa es la Iglesia del Purgatorio, de estilo barroco. Está muy cerca de la plaza principal y destaca por su fachada decorada con dos calaveras y hueso y algunos frescos en el interior. No es muy grande, pero tiene encanto y cuenta parte de la tradición espiritual del lugar.
Y si quieres alejarte un poco del bullicio del centro, la Iglesia de San Esteban está justo en las afueras. Desde allí se puede ver el mar y el ambiente es muy sereno, perfecto si necesitas un momento más íntimo o simplemente quieres un rincón menos transitado para respirar hondo.

5. Museo Pino Pascali
Dedicado al artista contemporáneo nacido en Polignano a Mare, este museo alberga una colección de arte moderno y contemporáneo.
Está ubicado en un antiguo matadero reconvertido en espacio expositivo y tiene exposiciones muy interesantes (entrada 8€). Tienes más información en su web.
6. Balcones al mar: miradores perfectos
Una de las cosas que más vas a disfrutar en Polignano a Mare es asomarte a sus balcones y miradores con vistas al Adriático. A lo largo del centro histórico irás encontrando terrazas que parecen sacadas de una postal: casas blancas colgando de acantilados, mar turquesa y ese contraste de piedra y cielo que parece que lo pintaron para una película italiana de los 60.
Uno de los miradores más conocidos es la Terraza Santo Stefano, con vistas brutales a la playa de Lama Monachile. Si te suena el “Red Bull Cliff Diving”, sí, es ahí donde saltan al agua desde lo alto del acantilado. Aunque no vayas a tirarte (mejor que no), solo estar ahí ya te sube un poco la adrenalina.
Muy cerquita está la Scalinata Volare, justo detrás de la estatua de Domenico Modugno, el cantante de Nel blu dipinto di blu. Desde ahí puedes bajar a pie hacia la zona de rocas y tener una de las mejores vistas del perfil costero de Polignano. Si vas al atardecer, todavía mejor.

Otro lugar ideal para ver cómo el mar se funde con las fachadas es el mirador Largo Ardito, una gran terraza abierta para admirar el horizonte. No siempre está lleno de gente, así que puede ser un buen sitio para desconectar un poco del bullicio del centro.
También está la Balconata de Vico Gualdella, más pequeña y discreta, pero perfecta para asomarse al acantilado y ver cómo se asientan las casas sobre la roca. Está al lado del restaurante La Balconata, por si quieres hacer una pausa con vistas.
Y no nos olvidemos del puente Borbónico de Lama Monachile, que además de darte otra perspectiva preciosa de la cala más famosa del pueblo, tiene historia: por debajo pasaba la antigua vía Trajana, la ruta romana que conectaba Brindisi con Roma. El puente que vemos hoy fue construido en época borbónica, hacia 1830, y todavía mantiene ese aire clásico que le da un plus a las fotos.
Así que ya sabes: cámara (o móvil), algo de tiempo y ganas de asomarte a todos estos rincones. Polignano se ve -y se siente- mejor desde lo alto.

7. Cuevas marinas
Las cuevas de Polignano a Mare, formadas por la erosión del mar, son una de las principales atracciones naturales del pueblo.
Aunque algunas las puedes admirar desde alguno de los balcones y miradores, el mejor plan es explorarlas en un tranquilo paseo en barco y así difrutar de la Grotta della Rondinella o la Grotta delle Monache entre otras.
Si te sientes aventurera, puedes hacer paddle surf o un bautismo de buceo en ese entorno maravilloso. Es más, hay algunas que están muy accesibles y ¡mucha gente se acerca nadando!
8. Puente Borbónico sobre Lama Monachile
El Puente Borbónico, construido en el siglo XIX durante la dominación borbónica, ofrece una vista panorámica espectacular de la playa de Lama Monachile.
Curiosamente, por aquí pasaba la conocida Vía Trajana, que unía Brindisi con Roma durante el Imperio Romano. El puente, de 15 metros de altura, es un lugar ideal para disfrutar de la vista y tomar fotografías… ¡en especial al atardecer!

9. Playa de Lama Monachile
La playa de Lama Monachile, también conocida como “Cala Porto”, es una pequeña ensenada de piedras encajonada entre dos enormes paredes rocosas.
Aunque en los fines de semana de verano es muy difícil encontrar un hueco, es una visita imprescindible y si quieres bañarte (el agua está algo fría), trae escarpines porque la playa es de guijarros.
Si prefieres un chapuzón en sitios con menos turistas, te recomiendo algunas calas preciosas en Polignano a Mare:
- Porto Cavallo
- Cala Paura
- Ponte dei Lapillo
- Cala Portalaga

10. Escultura Domenico Modugno y mirador
Y claro, no se puede hablar de Polignano a Mare sin nombrar al vecino más célebre del pueblo: Domenico Modugno, autor de una de las canciones más emblemáticas de la música italiana. ¿Te suena “Volare”? Su verdadero título es Nel blu dipinto di blu, y no sólo arrasó en su época, sino que con los años se convirtió en todo un himno nacional. Modugno nació aquí y su espíritu todavía flota en el aire, sobre todo en este rincón donde se le rinde homenaje.
Frente al mar, con los brazos abiertos como si estuviera a punto de entonar el famoso “volaaare, oh oh…”, su estatua de 3 metros de alto es una de las postales más icónicas del pueblo.
Además, desde ese punto tienes una panorámica estupenda de los acantilados, el Adriático y parte del centro histórico. Es de esos lugares donde siempre hay alguien sacándose una foto… y sí, probablemente tú también lo harás. Y harás bien.

¿Cuánto tiempo necesitas para visitar Polignano a Mare?
Si bien puedes recorrer el pueblo y visitar sus principales atractivos en medio día, te recomiendo que pases al menos un día entero y una noche en Polignano a Mare para disfrutar de su ambiente de noche -que es brutal- y de la tranquilidad que ofrece al caer el sol (la mayoría de los tours se van tras el atardecer).
Además, podrás degustar la gastronomía local con calma y explorar las cuevas marinas sin prisas.
Es más, tienes muchísimas actividades para hacer en Polignano a Mare: desde una visita guiada por el centro histórico con degustación de productos típicos hasta un paseo en velero, ruta en tuk-tuk y más. Mira aquí todas las actividades disponibles en Polignano a Mare.
¿Cómo llegar a Polignano a Mare?
Polignano a Mare se encuentra a unos 35km al sur de Bari. Puedes llegar en tren desde Bari en aproximadamente 30 minuto, con salidas frecuentes durante el día y el billete cuesta 3€.
Si prefieres conducir, la carretera SS16 conecta ambas ciudades y ofrece un trayecto escénico a lo largo de la costa. Como en el centro histórico no hay casi sitio para aparcar -excepto parkings privados caros, deja el coche en alguno de los parkings públicos a 10 minutos a pie del centro (aquí te dejo dos de ellos: este parking y este otro parking al lado de la estación de tren).
También tienes la opción de ir en una excursión de día desde Bari, que te lleva a conocer el trío de ciudades más bonitas: Monopoli, Polignano a Mare y Alberobello (con sus trulli).

¿Dónde alojarse en Polignano a Mare?
Mi recomendación es que te alojes en el centro histórico de Polignano a Mare, así puedes moverte con tranquilidad y a pie durante el día y la noche.
Si buscas una opción económica, te recomiendo el acogedor “B&B Casa Dorsi” que tiene habitaciones con vistas al mar y una ubicación céntrica, a un precio muy razonable.
¿Quieres una opción de lujo? Pues vas a flipar con “Grotta Palazzese Hotel” (y restaurante). Está ubicado en una cueva natural sobre el mar, este hotel ofrece una experiencia única y lujosa. Eso sí, ¡tienes que estar dispuesta a pagar el dineral que cuesta!

¿Dónde comer en Polignano a Mare?
Además de los paisajes, para mí lo mejor de Italia es la comida. Aquí te dejo dos ideas de sitios para comer (aunque casi cualquier restaurante tiene platillos deliciosos).
Restaurante Grotta Palazzese
Este restaurante, situado en una cueva sobre el mar, es famoso por su ambiente romántico y su cocina gourmet. Es una experiencia culinaria única, aunque los precios son elevados (el menú degustación ronda los 250€ por persona -y no incluye bebida, que una botella de vino ronda los 85€-). Puedes echarle un ojo al menú en su web.
La Cueva Café
Un lugar acogedor para disfrutar de vinos locales y tapas en un ambiente relajado. Ideal para una cena informal después de explorar el pueblo.
La Rotellina
El lugar perfecto para catar los míticos panzerotto puglise (empanadas fritas con un relleno de mozzarella y tomate ¡muy ricas!)

Consejos para tu visita a Polignano a Mare
- Lleva calzado cómodo para recorrer las calles empedradas del centro histórico.
- No olvides tu cámara o móvil con buena batería; Polignano a Mare es una ciudad increíblemente fotogénica.
- Si visitas en verano, te recomiendo muchísimo que reserves alojamiento con la mayor antelación posible… es una época muy concurrida y se llena todo rápido.
Espero que esta guía te ayude a planificar tu visita a Polignano a Mare y que disfrutes tanto como yo de este precioso pueblo sobre acantilados en Puglia.
Preguntas frecuentes sobre Polignano a Mare
En esta sección intentaré resumir respuestas a las preguntas que más me habéis hecho:
¿Cuánto tiempo se necesita para recorrer Polignano a Mare?
Con medio día tienes suficiente para recorrer los principales puntos de Polignano a Mare con calma: su centro histórico, los miradores, la playa de Lama Monachile, la Ruta de la Poesía, y alguna pausa para un helado o un café frente al mar. Si quieres disfrutar a ritmo lento, o darte un baño en verano, mejor quédate una noche.
¿Cuál es la mejor época para visitar Polignano a Mare?
Lo ideal es ir en primavera (mayo-junio) o a comienzos de otoño (septiembre), cuando hace buen tiempo, pero sin el agobio de turistas del verano. En julio y agosto el pueblo se llena muchísimo, aunque también tiene un ambiente animado y todas las terrazas abiertas.
¿Dónde se encuentran los mejores miradores en Polignano a Mare?
Algunos de los miradores más bonitos son el balcón de la estatua de Domenico Modugno, el que hay sobre el Puente Borbónico (desde donde se ve Lama Monachile) y los que vas encontrando en el centro histórico asomados al mar. Hay varios repartidos entre calles y terrazas, así que lo mejor es callejear y descubrirlos por sorpresa.
¿Qué opciones gastronómicas ofrece Polignano a Mare?
Hay de todo: desde sitios de cocina típica pugliese con productos del mar hasta trattorias caseras, heladerías artesanas y lugares muy instagrameables.
El más famoso es Grotta Palazzese, un restaurante dentro de una cueva con vistas al mar, ideal para una ocasión especial (ojo, es caro y conviene reservar con bastante antelación).
¿Cómo llegar a Polignano a Mare desde Bari?
Lo más fácil y económico es en tren regional: salen desde la estación central de Bari, el trayecto dura unos 30 o 35 minutos y los billetes cuestan cerca de 3€.
También se puede ir en coche (unos 30-40 minutos), ideal si estás haciendo una ruta por Puglia y quieres moverte con más libertad.
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