Explora SAINT-MALO: la ciudad corsaria de la Bretaña Francesa

por Vero Boned

Actualizado el 28 mayo 2024

Te comparto esta guía que escribí y en la que te cuento que ver en Saint-Malo, la “ciudad corsaria” por excelencia. Yo la visité durante mi ruta en coche por la Bretaña Francesa y ¡me fascinó!

Lo más alucinante de todo es que, desde sus orígenes, el perfil de la Saint-Malo se transforma cada día por la diferencia entre pleamar y bajamar, ¡¡que llega a ser de 13 metros!!

Es este vaivén líquido el que transforma bahías en islas e islas en lugares remotos y aislados por horas.

Qué ver en Saint-Malo, sus playas
Playa de Saint-Malo durante la marea baja

Es más, tanto afecta la marea a Saint-Malo que hoy en día muchos locales llevan siempre un pequeño librito (los más modernos tienen una app) con el estado de la marea ¡por horas, días, semanas y años!

Sin dudas es una ciudad que te va a conquistar desde el primer minuto. Para que la disfrutes tanto como yo, a continuación te recomiendo lugares para visitar y te dejo un mapita e información práctica -horarios, hoteles, restaurantes, etc.-.

¿Qué quiere decir Saint-Malo?

Aunque hay varias teorías en torno al origen del nombre de la ciudad, la más consensuada afirma que hace muchos años llegó a estas tierras un monje galés cuyo nombre era: MacLow.

El monje evangelizador, que en el siglo VI se convirtió en obispo de Alet (antigua cuna de Saint-Malo), decidió cambiar el nombre de la ciudad a Maclou, en su honor. Ya sabemos lo qué pasa con las deformaciones de las lenguas vivas. Lo hemos visto en “Juego de Tronos” con “Hodor” y “Hold the door”.

El uso de Maclou con el tiempo se fue abreviando a “Malo” y el “Saint” (santo) se añadió más tarde en honor al obispo.

qué ver en Saint-Malo - uno de los fuertes en la marea baja
Saint-Malo

Breve historia de Saint-Malo

La pequeña ciudad marinera nació como puerto galorromano en el siglo I a.C. y su bonanza económica permitió que se desarrollara rápidamente desde aquel entonces.

Pero la mejor época de Saint-Malo fue entre los siglos XVI al XVIII. En ese periodo, llegaban a la ciudad verdaderas fortunas gracias a los pescadores de bacalao de Terranova, armadores y, en especial, por los corsarios (son piratas con autorización del rey para atacar barcos enemigos y hacerse con el botín).

Pero la vida de los locales no fue nada fácil -a pesar de la prosperidad económica-. Los “malouineses” siempre fueron de espíritu libre e independentista.

Los duques y reyes de la región tuvieron que crear muros y castillos para defenderse de ataques de afuera, pero también de dentro.

Es más, Saint-Malo logró en el siglo XVI ser una república independiente por 4 años, hasta que con Henri IV volvió a formar parte de Francia.

qué ver en Saint-Malo, sus playas
Saint-Malo, uno de los sitios que ver cerca de Rennes

Aún así, a día de hoy resuenan frases “rebeldes” entre las estrechas calles que afirman: “ni francés, ni bretón, yo soy malouin” o “malouin seguro, bretón quizá, francés si queda algo”.

Ahora que ya conoces un poco de la historia de Saint-Malo, estoy segura de que querrás recorrer cada milímetro de la ciudad.

Apunta que aquí te cuento qué ver en Saint-Malo durante tu estadía. Los principales atractivos los puedes ver fácilmente en una mañana entera, pero te recomiendo que pases al menos una noche en la ciudad, para poder disfrutar de su encanto tras el atardecer.

En Saint-Malo puedes hacer tres recorridos:

  • Intramuros -centro histórico de Saint-Malo-
  • Extramuros -las playas y alrededores-
  • La muralla, que te permitirá “rodear” el centro histórico y obtener excelentes vistas

INTRAMUROS de Saint-Malo

La zona de intramuros es pequeña y muy fácil de recorrer a pie. Es más, yo aparqué el coche en el hotel que estaba en la zona de intramuros y me fui a caminar.

A Saint-Malo la puedes recorrer a tu aire (en la oficina de turismo te dan un mapita) o puedes hacerlo con una visita guiada (como hice yo), para enterarte un poco más sobre la historia de la ciudad y de los edificios más icónicos.

Yo la recorrí con una guía y fue justamente ella quien me contó que el 80% de la ciudad quedó completamente destruida tras la II Guerra Mundial, pero acabada la guerra la reconstruyeron siguiendo los antiguos diseños y hoy en día está exactamente igual que antaño. Así que Saint-Malo es “nueva”, ¡pero con diseño vintage!

¿Cuáles son las mejores cosas que ver en Saint-Malo de intramuros? Aquí te lo cuento:

Escudo de Saint-Malo en las calles de la ciudad corsaria
Escudo de Saint-Malo

Puerta de Saint-Vincent

La muralla que protege la ciudad antigua tiene varias puertas de acceso, como Puerta Dinan o Puerta Saint-Pierre, pero la más importante -y espectacular- es la de Saint-Vincent.

La gran puerta tiene dos arcos y en la parte superior de cada uno verás un escudo, uno es el de la ciudad con simbología del ducado de Bretaña (como el armiño).

La puerta se encuentra frente al puerto de recreo y junto a ella está la escalera que te permitirá subir a lo alto de la muralla para hacer el recorrido circular, pero eso lo dejamos para luego, primero veremos la ciudad a ras de suelo.

Qué ver en Saint-Malo, el castillo
Castillo Saint-Malo

El castillo, imprescindible que ver en Saint-Malo

Justo a la entrada de la ciudad -si accedes por la puerta de Saint-Vincent, se encuentra el castillo que hoy alberga la sede del Ayuntamiento.

Antes también acogía el el Museo de Historia de la ciudad (Musée d’historie de la ville), pero lo van a reabrir en otro sitio en 2025.

Vas a alucinar cuando te cuente por qué fue enviado a construir este castillo en el siglo XV por los duques de Bretaña: ¡para defenderse de los ataques de la gente local!

Como te conté antes, la gente de Saint-Malo tenía afán de independencia y se rebelaban constantemente contra la autoridad. Por ende, los duques tenían que defenderse de su propio pueblo.

El castillo es, en sí, precioso con cuatro torres esquineras (la Torre General, la Torre Quic-en-Groigne, la torre de las damas y la torre de los molinos) alrededor del gran torreón.

Qué ver en Saint-Malo: sus murallas
Saint-Malo

Catedral Saint-Vincent

La catedral data del siglo XII, aunque ha sido ampliada y reconstruida en partes en los siglos sucesivos hasta el siglo XVIII.

Es por eso que su estilo es ecléctico, con una mezcla de gótico y románico.

Declarada hoy Monumento Histórico Nacional, fue la sede del antiguo obispado de San Maló desde el siglo XII al XIX.

Hoy alberga las tumbas de dos de sus personajes más famosos y queridos: Jacques Cartier y Duguay-Trouin.

Interior de la catedral Saint Vincent, Siant-Malo
Campanas dentro de la catedral

Hotel de Asfeld

Otra de las cosas que ver en Saint-Malo es el Hotel de Asfeld (aunque no te hospedes allí, entra al menos a ver el lobby y escaleras).

Fue construido como residencia de una adinerada familia de armadores locales en el siglo XVIII.

Dentro podrás ver los artesonados, las escaleras de hierro forjado, bodegas, etc.

Como curiosidad, tras ser residencia y antes de ser hotel, se utilizó este espacio como prisión de mujeres durante la Revolución Francesa.

Visita a casas-museos de corsarios y armadores

Dentro de la zona amurallada hay varias casas-museos de las viviendas de armadores y corsarios (algunas originarias y otras réplicas).

Las incluyo aquí por si hablas francés -o entiendes al menos un poquito-, ya que en ambos casos las visitas solo se hacen en este idioma.

1. La “Mansión del Corsario” (Demeure de Corsaire). Es una pequeña casa-museo donde se recrea la típica vivienda de un armador y corsario en el siglo XVIII.

Se pueden recorrer las habitaciones, salones o la zona subterránea, con explicaciones del guía (¡ojo! solo se realiza la visita en francés) que te cuenta los detalles sobre cómo era vivir en el siglo XVIII en Saint-Malo.

Qué hacer en Saint-Malo
Saint-Malo

2. La Malouinière du Puits Sauvage es otra de las casas-museos que puedes visitar. La visita guiada (en francés) te lleva por las diferentes estancias para ver el mobiliario, imágenes y objetos de época.

Otra forma de conocer la casa de armadores y corsarios es recorrer la calle “Rue d’Orléans” donde está la conocida “alineación de casas corsarias”.

Estas fueron, durante el siglo XVIII, las casas de todos los corsarios, comerciantes y ricos armadores.

En sus fachadas -que tuvieron que ser reconstruidas después de 1944, reflejan la opulencia de Saint-Malo en esa época.

Monumento a Robert Surcouf en Saint-Malo, Bretaña Francesa
Monumento a Robert Surcouf en Saint-Malo, Bretaña Francesa

Casa de la Duquesa de Ana

Uno de los imperdibles que ver en Saint-Malo es la casa de la Duquesa de Ana, construida a finales de la Edad Media (s. XV) con la arquitectura típica de las mansiones bretonas de las familias adineradas.

La duquesa de Ana vivió en esta casa varios años mientras terminaban de construir el castillo.

No se puede entrar porque en la actualidad alberga casas de particulares, pero merece la pena acercarse a ver esa torre -que parece la de Rapunzel-. Fue uno de mis rincones favoritos de Saint-Malo.

Qué ver en Saint-Malo, la Casa de la Duquesa Ana, COUR LA HOUSSAYE
Casa de la Duquesa Ana, Cour La Houssaye

Casa de la Rue du Pélicot

Muy cerquita de la casa de la Duquesa de Ana podrás encontrar la típica casa de entramado de madera del siglo XVII que se cree que fue construida por los arquitectos marinos reutilizando materiales provenientes de los barcos.

Esta casa en concreto es el único vestigio que sobrevivió al incendio de 1661. Aunque no puedas entrar, vale la pena acercarse a verla porque es preciosa.

EXTRAMUROS de Saint-Malo

La gran ciudad corsaria, con el paso del tiempo, se fue expandiendo fuera de sus murallas.

Se crearon fuertes, balnearios y una zona portuaria preciosa que vale la pena recorrer y dedicarle tiempo.

Aquí te cuento qué ver en Saint-Malo “extramuros”:

Saint-Malo y sus fuertes
Saint-Malo y sus fuertes

Los fuertes de la Bahía de Saint-Malo

Durante el siglo XVII Saint-Malo ya era una zona muy rica y era necesario fortificarla para defenderla de ataques externos.

Simeón Garangeau construyó, siguiendo los planos del conocido arquitecto Vauban (era el arquitecto favorito del rey Luis XIV), cuatro fuertes en los islotes frente a la ciudad para que esta fuera inexpugnable:

  • Fuerte de la Conchée
  • Fuerte Nacional
  • Fuerte du Petit Bé
  • Fuerte Harbour

Dos de estos fuertes están abiertos al público y, cuando baja la mares, puedes acceder a ellos a pie.

Eso sí, ten en cuenta cuándo subirá la marea para huir de ahí antes de que el agua te rodee (ten en cuenta que la bahía de Saint-Malo tiene las mayores mareas de Europa alcanzando una diferencia ¡¡de 14 metros!!).

Playa de Saint-Malo en marea baja
Playa de Saint-Malo en marea baja

Los fuertes de Saint-Malo que puedes visitar son:

1. Fuerte Nacional

Este fuerte, que antiguamente se llamaba “Fuerte Real”, fue construido en 1689 y es uno de los que mejor se conservan en la bahía.

Hoy en día está considerad Monumento Histórico y puedes entrar a recorrerlo por dentro.

2. Fuerte du Petit Bé

El islote donde se encuentra este fuerte cierra el paso del río Rance y permitía una visión 360º de la bahía, por lo que aseguraba que ningún barco indeseado se acercara a la ciudad.

Fue construido entre los años 1692 y 1695 y en la actualidad solo puedes acceder a él cuando la marea está baja. Vale la pena ir para obtener unas vistas maravillosas de Saint-Malo y sus murallas.

Zona de extramuros en Saint-Malo, con vistas a la muralla
Marea baja en Saint-Malo

Grand Bé

Ya que te acercaste a conocer el Fuerte Petit Bé, puedes dar un paseo -si la marea está baja- hasta el cercano islote de Grand Bé.

Este islote se encuentra deshabitado y no tiene construcciones, pero sí tiene la tumba del escritor François René de Chateaubriand que quiso ser enterrado mirando al mar

La tumba es una mera losa sin nombre, pero te puedes acercar para admirar las vistas al mar y la panorámica de la costa y la ciudad corsaria.

Playa de Bon Secours

Una de las playas más populares y concurridas en Saint-Malo es esta, la de Bon Secours.

Se ubica justo al lado de los islotes de Petit Bé y Grand Bé, detrás del Bastión de Hollande.

Es un rincón muy bonito para descansar, dar un paseo con vistas a los fuertes de la bahía o darse un chapuzón en la “piscina natural” que se forma cuando hay marea baja.

La “Estrella del Rey”, ¡una fragata corsaria!

Si estás en la zona del puerto de Saint-Malo no pasará desapercibida esta réplica de una fragata corsaria del año 1745 encargada por Robert Lu Turc.

La fragata-museo, conocida como “la Estrella del Rey” tiene 47 metros, consta de 3 mástiles, 200 cañones y tiene capacidad para albergar 240 personas en su tripulación.

La estrella del Rey, Saint-Malo
La estrella del Rey, Saint-Malo

Dique y playa Le Sillon

Si el día está bonito, te recomiendo que des un paseo por el dique que tiene poco más de un kilómetro y medio y discurre a lo largo de la playa grande.

Las vistas de la bahía a lo largo del paseo son preciosas y podrás ver “los rompeolas” que, si la marea está alta, será un espectáculo digno de admirar.

Estos rompeolas de madera de roble fueron construidos en el siglo XIX para proteger al dique de la virulencia del mar en esta zona.

Barrio de Paramé

Si en vez de quedarte unas pocas horas, le dedicas a la ciudad corsaria un día entero -o dos-, te recomiendo que te des un paseo por el barrio de Paramé, que es conocido como “el jardín de Saint-Malo”.

Está justo frente a unas zonas de playa (playa de La Hoguette y playa de Rochebonne) y es precioso.

Muchas de las construcciones de este barrio fueron realizadas a finales del siglo XIX y podrás ver los palacetes de viajeros, sus iglesias o tranquilas calles.

Murallas de Saint-Malo
Murallas de Saint-Malo

Barrio de Rothéneuf

Si sigues caminando un poco más allá del Barrio de Paramé, te encontrarás con este precioso barrio donde se ubica la “Punta de la Varde”, desde donde se obtienen unas panorámicas de la Costa Esmeralda.

Es en este barrio donde encontrarás, además, la antigua casa solariega de Limoëlou (la casa de Jacques Cartier) o donde podrás ver “Las rocas esculpidas”.

Las “rocas esculpidas” son más de 300 figuras de arte “brut” esculpidas en granito por el artista Abad Fouré entre los años 1870 y 1895.

Las figuras representan la historia de la familia de Rothéneuf, un corsario muy popular en el siglo XVI.

Museo Jacques Cartier

Una de las grandes visitas en la zona de extramuros es a la casa “Manoir de Limoëlou”, donde vivió Jacques Cartier.

Jacques Cartier fue quien hizo tres incursiones a la tierra que ahora es “Canadá” y quien fuera uno de los corsarios más famosos en el siglo XVI.

El recorrido por su casa te transporta a la vida cotidiana de Jacques, con mobiliario y objetos de época. La entrada con visita guiada incluida cuesta 6.60€. Abre de lunes a sábado de 10am a 3pm. Cierra los domingos.

Vistas de la playa desde la muralla de Saint-Malo
Vistas de la playa desde la muralla de Saint-Malo

San Servan

Si quieres ver el lugar exacto donde nació “Saint-Malo”, entonces acércate a la zona de San Servan en la desembocadura del río Rance, península de Alet.

Aquí comenzaron los primeros asentamientos en el siglo I a.C. A partir de allí este emplazamiento galorromano se desarrolló rápidamente hasta el siglo XII.

Corinsa de Alet

No muy lejos de San Servan está la cornisa de Alet desde donde vas a tener unas panorámicas impresionantes de la bahía de Saint-Malo y del estuario del Rance.

Además, es en la Cornisa de Alet donde aún se puden ver vestigios de un antiguo muro galorromano e incluso algunos puntos de tiro utilizados durante la Segunda Guerra Mundial.

También allí se encuentra el museo Memorial en un fuerte construido en 1759.

Puerto y torre Solidor

A pasitos de la Cornisa de Alet encontrarás el torreón triple que data del siglo XIV y que domina el estuario del río Rance.

Fue construido para defender la entrada a la ciudad y hoy en día alberga un pequeño museo dedicado a la vela de larga distancia por el Cabo de Hornos.

Podrás ver maquetas, instrumentos de navegación, cartas y mucho más.

RUTA POR LA MURALLA de SAINT-MALO

La ciudad conserva los 1.754 metros de muralla original que la rodea, y puedes recorrerla entera -y de forma gratuita-, atravesando trozos construidos en dos grandes periodos.

El primer periodo corresponde al recinto primitivo -que va desde la Edad Media hasta finales del siglo XVII- y el segundo tramo que corresponde a las ampliaciones que hicieron a la muralla entre 1708 y 1744.

El recorrido circular es precioso -te llevará una hora a ritmo tranquilo-, sobre todo porque te permite ver la zona de intramuros y toda la costa a la vez.

El paseo te lleva por sus bastiones y torres, te permite ver las playas y los fuertes instalados en los promontorios rocosos que, a veces son islas y otras parte de la bahía.

Dos de los bastiones en donde hacer un alto y admirar las vistas son: el Bastión de Hollande y el Bastión de Saint Philippe. Sin duda dos sitios que ver en Saint-Malo.

Muralla de Saint-Malo
Muralla de Saint-Malo

¿Cuánto se tarda en ver Saint-Malo?

En mi opinión, si tienes unas 5 horas (una mañana o una tarde, por ejemplo), podrás ver gran parte de los principales atractivos de la ciudad.

Sin embargo, te recomiendo que te quedes al menos un día y una noche, así puedes disfrutar del encanto del atardecer en la ciudad, y ver cómo cambia su perfil con las subidas y bajadas de la marea.

Mapa de los sitios que ver en Saint-Malo

Aquí te dejo un mapita donde indico los sitios que ver en Saint-Malo durante tu visita.

Qué ver cerca de Saint-Malo

Yo recorrí toda la zona en coche (yo alquilé el coche online y lo recogí en el aeropuerto) , por lo que tras pasar una noche en la ciudad continué camino por la Bretaña.

A continuación te dejo algunas ideas de sitios que ver cerca de Saint-Malo:

Dinard

Seguramente desde muchos puntos de Saint-Malo has podido observar -del otro lado de la desembocadura del río Rance- la pequeña ciudad de Dinard (que NO Dinan, no confundan estas dos ciudades que nada tienen que ver).

Es una visita perfecta para unas horas, disfrutar de aire de Belle Epoqué, pasear por las playas u obtener vistas preciosas de Saint-Malo.

Monte Saint-Michelle, Francia
Monte Saint-Michelle, Francia

Mont Saint-Michelle

Técnicamente no se encuentre en la Bretaña Francesa, sino en la zona de Normandía, pero aún así está a tiro de piedra de Saint-Malo (en coche es aproximadamente una hora).

La Abadía Monte Saint-Michelle es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los imperdibles al recorrer esta zona. Te recomiendo que compres la entrada online y con antelación, así te aseguras plaza y evitas colas.

Eso sí, ten en cuenta las mareas (nunca me cansaré de decirlo) de lo contrario ¡tendrás que volver nadando!

Cómo llegar a Saint-Malo y cómo moverse por la zona

Hay diferentes formas de llegar a Saint-Malo, entre ellas en tren (es una hora en tren regional desde Rennes o en el TGV directo desde parís en poco más de 2 horas) o en coche desde cualquier punto del país.

Si prefieres volar, el aeropuerto de Dinard está a solo 15 kilómetros de Saint-Malo, por lo que una vez que aterrices puedes alquilar un coche para ir o puedes tomarte un taxi o el transporte público.

Aún así, como Saint-Malo suele ser -por lo general- parte de un itinerario mayor de quienes hacer una ruta en coche por la Bretaña Francesa, te recomiendo que al llegar a la ciudad aparques tu coche (hay parkings públicos y otros privados) y la recorras a pie.

Si no vas en coche, puedes recorrer la Costa Esmeralda en los autobuses públicos de la red MAT o utilizar el autobús acuático que une Dinard y Saint-Malo en 10 minutos (pero solo funciona en primavera y verano).

Si tu idea es volar a Francia y desde ahí hacer una ruta en coche, mi recomendación es que vueles a Nantes, capital histórica de la Bretaña y puerta de entrada a esta región y, si vas en verano, aprovecha para pasar un día en la ciudad que cada verano se celebra por 3 meses El Viaje a Nantes, un festival lleno de arte e ilusión-.

Dónde comer en Saint-Malo, el "Le Bistro de Jean"
«Le Bistro de Jean»

Dónde comer en Saint-Malo

La ciudad está repleta de bares, restaurantes y ¡creperías!

Le Bistro de Jean, donde puedes comer platillos bretones a buenos precios y en la zona de intramuros.

Bistro Autour du Beurre Bordier, comida local en un ambiente excelente, a precios medios y con buena atención. Eso sí, cierran bastante pronto (sobre las 22h).

Le Petit Crêpier es el lugar ideal para comer una crepa… ¡mis favoritas son las dulces o las que tienen mantequilla!

Qué comer en Saint-Malo: crepes
En Bretaña se pueden comer las mejores crepas

Hoteles en Saint-Malo

Dinan y Saint-Malo las visité en el mismo día, y pasé la noche en esta ciudad costera. Me alojé en el hotel La Maison des Armateurs que está dentro de la zona amurallada, muy cerquita de todos los atractivos turísticos.

También puedes buscar otros hoteles que se ajusten a tus gustos -y bolsillo- en Booking, que ofrece más de 500 alojamientos. Hay hoteles a partir de 30€ la noche.

Hotel en la Bretaña Francesa
Hotel en la Bretaña Francesa

* Disclaimer: este viaje lo realicé gracias a la invitación de la oficina de turismo de Bretaña. Todas las opiniones aquí reflejadas son personales y en ningún momento han estado supeditadas a la invitación. Los sitios recomendados que ver en Saint-Malo están basados en mi experiencia.

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