Actualizado el 2 julio 2023 por Vero Boned
Hipnóticos, poéticos e incluso -a veces- dramáticos… ¡así son los paisajes que te esperan entre las curvas y dobleces de Navarra! Hoy te propongo una increíble ruta por el Pirineo navarro -pasando por el Prepirineo- para disfrutar de estas tierras de enraizadas tradiciones, leyendas milenarias, pueblos con encanto y horizontes de postal. ¿Te apuntas?
Navarra, un destino natural en cualquier época del año
Navarra es uno de esos destinos que hacen bien al cuerpo y al alma. Su paisajes naturales, su ritmo pausado y sus colores son como una caricia. Mientras los profundos cañones aceleran el corazón con vistas de vértigo, los caminos senderistas rodeados de follaje y las calles de los sosegados pueblos nos serenan y calman nuestras mentes. Desde la gente amable hasta la gastronomía rica, abundante y sostenible basada en los productos de su huerta… ¡todos y cada uno de los detalles en Navarra te harán sentir bien!
Esta bonita comunidad foral es perfecta para visitar en cualquier época del año. Si bien en esta ocasión la he recorrido durante la boyante primavera, cada estación del año tiene su magia particular y su encanto.
Es más, hace un tiempo recorrí Navarra en otoño para descubrir su gama de colores ocres contrastando con los cielos plomizos. Hice una preciosa ruta por los pueblos del Valle de Baztan, también en la zona del pirineo. En esa ocasión me recibió el olor a tierra mojada, chimeneas humeantes, neblina y bosques… ¡ecuación perfecta para cocinar a fuego lento leyendas que perduran en el tiempo! Como ves, cualquier momento es perfecto para explorar los rincones navarros.
Sin más dilación, nos adentramos en los sinuosos perfiles de Navarra:
CONTENIDO
1. PREPIRINEO NAVARRO
Empezamos nuestra ruta por el “Prepirineo navarro”. Se trata de un valle a tan solo 40km de Pamplona que está marcado por imponentes cañones y que constituye uno de los mayores santuarios de aves rapaces de Navarra.
Al Prepirineo navarro me acerqué para conocer dos profundas y sobrecogedoras foces: Lumbier y Arbaiun.
Sin lugar a dudas se trata de uno de esos rincones mágicos que solo pueden ser posibles gracias al paso del tiempo y a los caprichos de la naturaleza. Las foces fueron cinceladas por el paso de los ríos Iarati y Salazar y en la actualidad hay varias formas de visitarlas y disfrutarlas. A continuación te cuento en detalle.
Foz de Lumbier
Foz de Lumbier
A lo largo de millones de años las aguas del río Irati fueron excavando y esculpiendo una profunda garganta conocida hoy como Foz de Lumbier.
Hay muchas formas de disfrutar de este abrupto y conmovedor paisaje catalogado Reserva Natural: desde dar un plácido paseo por la vía verde -a pie o en bici- hasta hacer una ruta desde las frías aguas del río Irati.
Yo me decanté por hacer la Vía Verde del Irati, que es un sendero llano de unos 6km en total (desde el parking hasta el Puente del Diablo y regreso) que discurre por las que fueran las antiguas vías del tren que unía Pamplona con la ciudad de Sangüesa.
El recorrido te lleva bordeando el cauce del río y cruzas dos túneles excavados en la roca para terminar junto a las ruinas del Puente del Diablo (s.XVI). Este puente debe su nombre a una leyenda que cuenta que una mujer de la zona estaba desesperada por cruzar el río para ayudar a su madre enferma y para conseguirlo hizo un pacto con el diablo. Si este construía un puente antes de las 6am, ella le entregaría su alma. Por suerte satanás se demoró una hora más de la pactada en terminar su obra y la muchacha se libró.
Leyendas aparte, este bonito puente de piedra fue destruido por los franceses durante la Guerra de la Independencia y desde entonces está en ruinas, pero mantiene su encanto.
Por otro lado, si tienes más tiempo puedes disfrutar de la foz siguiendo un sendero más largo que el de la vía verde. Se trata de una ruta circular señalizada que rodea la foz por las laderas circundantes y regresa al parking cruzando la garganta.
Además de admirar este extraordinario paisaje natural, levanta la vista para ver si tienes la suerte de ver los buitres leonados -u otras aves rapaces que habitan la zona- en pleno vuelo.
Visitar la Foz de Lumbier en bici por la vía verde
¿Cómo ir a la Foz de Lumbier? Si sales en coche desde Pamplona, te resultará muy sencillo. La carretera, curvilínea y muy pintoresca, te lleva directamente al aparcamiento que está a pasitos del acceso a la foz. En temporada baja el parking es gratuito, aunque me han comentado que en verano cobran un módico precio (3€ apróx.).
Cerca del parking hay una zona habilitada como merendero -con BBQ-, hay baños y también un punto de información.
Foz de Arbaiun
Un poco más allá de la Foz de Lumbier -a unos 20 minutos en coche- llegamos a otra impresionante garganta que te dejará con la boca abierta: Arbaiun.
La Foz de Arabaiun, labrada a lo largo de los milenios por las aguas del río Salazar, es la más extensa de Navarra. Tiene cas 6km de extensión y paredes de hasta 400 metros de altura, ¡absolutamente brutal!
Para admirarla en toda su inmensidad lo mejor es acercarse al Mirador de Iso -hay un parking gratuito cerca- y desde allí ¡las vistas son espectaculares! Como no hay sendero habilitado para verlas desde arriba y admirar los acantilados, tienes la opción de bajar para disfrutar y contemplar estas colosales paredes de piedra.
Mirador sobre la foz de Arabaiun
2. DE LLENO POR EL PIRINEO NAVARRO: valle de Roncal y valle de Salazar
Son siete los pueblos que conforman las historias, las leyendas y las tradiciones del valle de Roncal: Burgui, Isaba, Roncal, Uztárroz, Garde, Urzainqui y Vidángoz.
Siguiendo el trazado del río Esca, de norte a sur, este valle es fácil de recorrer y lo mejor es tomárselo con tiempo, parar en sus diferentes pueblos y disfrutarlos con la misma calma con la que ellos los habitan.
Aquí te dejo algunos de los principales atractivos que no te deberías perder en tu paso por el Pirineo Navarro.
Aunque su ritmo sosegado y su carácter amable no den pistas, antaño Burgui fue un enclave militar estratégico ya que era un paso obligado hacia el sur y estaba en la frontera con Aragón. De allí que, en la Edad Media, donde hoy está la ermita Nuestra Señora del Castillo, hubiera una imponente fortaleza defensiva.
Algunos de los rincones más bonitos que no te debes perder en Burgui son: su bonito puente medieval sobre el río Esca así como la iglesia de San Pedro. Esta última es de mediados del siglo XVI, construida en estilo gótico tardío y en el interior conserva el órgano que perteneció al Monasterio de Leyre.
Si tienes tiempo, te recomiendo entrar al edificio del ayuntamiento, que está en la plaza Mayor, para visitar las salas que acogen el “Museo Etnográfico de la Almadía” (2€), donde explican las labores de -y a la vez rinde homenaje a- los maderistas-almadieros, uno de los oficios más tradiciones del valle.
Hablando de la tradición de los almadieros, si vas a Burgui el primer fin de semana de mayo podrás ser testigo de una de las fiestas más emocionantes de la zona: el Día de la Almadía -declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional- en la que tres almadías hacen su descenso por el río Esca como lo hacían antiguamente sus ancestros para transportar la madera.
Si quieres organizar una visita a esta preciosa villa, no te pierdas la guía completa con las mejores cosas que ver en Burgui en una mañana.
💡 Por cierto, si buscas alojamiento en BURGUI, te recomiendo el Hostal Almadiero, una casa rural con habitaciones sencillas, pero muy cómodas y en pleno centro del pueblo.
Puente en Burgui al atardecer
Isaba
La ruta por los Pirineos Navarros en la zona del Valle de Roncal nos lleva hasta Isaba, una sosegada villa a orillas del Esca.
En este municipio es posible ver las huellas de los primeros asentamientos pastoriles, que datan de la época neolítica, ya que aquí se encontraron varios restos megalíticos y dólmenes, como el de Arrako o el de Sakulo.
Caminar por las calles empedradas del pueblo, entre casonas de piedra y madera, nos lleva a conocer algunos de sus rincones más emblemáticos como la iglesia-fortaleza de San Cipriano (s.XVI) y el Museo-Casa de la Memoria donde empaparse de las tradiciones y costumbres de la gente del valle a lo largo de la historia.
Isaba
Dedícale al menos una mañana a Isaba, no solo para recorrer la villa, sino para hacer una ruta de senderismo e ir a conocer la que se dice que es la cascada más bonita de Navarra: Belabarze.
En las inmediaciones de Isaba, el valle de Belagua, aún se pueden apreciar varios puentes medievales de estilo románicos, dos de ellos muy accesibles y se puede cruzar a pie por más de mil años de historia.
En el término municipal también está el pico más alto de Navarra, la Mesa de los Tres Reyes, que si estás en buen estado físico podrías hacer una escalada hasta la cumbre.
💡 ¿Necesitas alojamiento en ISABA o alrededores? Yo me alojé en el Hotel LOLA y lo recomiendo muchísimo. Las habitaciones son cómodas y tiene su propio restaurante con platillos con productos KM0.
Cascada Belabarze, Pirineo Navarro
Por supuesto que esta ruta por los Pirineos Navarros nos lleva a la capital del valle: Roncal.
Aunque no es la ciudad más grande ni poblada del valle, Roncal es perfecta para pasear y descubrir sus rincones más bonitos e interesantes, como el barrio del Castillo, la era, el antiguo lavadero o la iglesia de San Esteban.
Una parada obligada en Roncal es el cementerio para contemplar el Mausoleo del gran tenor navarro Julián Gayarre, hijo prodigio de Roncal.
Uztárroz
Por último, te recomiendo pasar por Uztárroz, considerado uno de los más encantadores y pintorescos pueblos del Valle de Roncal.
Este pequeño pueblo bañado por el río Uztárroz se puede visitar guiándose por el instinto y por la curiosidad o siguiendo el sendero circular “Rincones de Uztárroz”. Este sendero está diseñado para conocer todos los lugares más interesantes del pueblo, incluyendo la ermita Nuestra Señora del Patrocinio.
Otro de los atractivo del pueblo es el Museo del Queso y la Transhumancia. En este podrás ver desde utensilios y fotografías hasta las vestimentas utilizadas por la gente local para llevar a cabo este oficio. En el museo también te enseñan cuáles son las técnicas más modernas para elaborar el queso de Roncal, uno de los dos quesos que poseen Denominación de Origen en Navarra.
Roncal
Ochagavía y el valle de Salazar
Aunque el Valle de Roncal es lo más conocido de esta zona del Pirineo Navarro, te recomiendo hacer un desvío para adentrarte en el Valle de Salazar y descubrir Ochagavía (Otsagabia en vasco).
Ochagavía se alza en donde confluyen los ríos Andonia y Zatoya, en un entorno natural frondoso, verde y muy montañoso. Es más, aquí está el Centro de Interpretación de la Naturaleza ya que se ubica muy cerca de la Selva de Irati, uno de los bosques de abetos y robles mejor conservados del continente -tras la Selva Negra en Alemania-.
💡 Si quieres información más detallada de este increíble pueblo, no te pierdas la guía con las mejores cosas que ver en Ochagavía.
Ochagavía
Roncesvalles y el Camino de Santiago francés
Quizá la pequeña villa de Orreaga-Roncesvalles (que es su nombre oficial) con sus apenas 20 habitantes censados pasaría desapercibida en el Pirineo navarro de no ser porque es justamente el lugar exacto en donde comienza en Camino de Santiago francés en la península.
Bueno, para ser justa, tampoco pasa desapercibida porque sus paisajes están envueltos en un halo de misterio y magia… y porque quizá también sepas algo de historia general y recuerdes que aquí fue derrotado Carlomagno –“el padre” de la Europa Medieval por los vascones en el siglo VIII.
Pequeño, pero precioso. Se dice que es el único pueblo en España con más monumentos que casas. El conjunto arquitectónico de Roncesvalles es perfecto y se integra con el paisaje natural que la rodea. Además de caminar por sus tranquilas calles, no pierdas la oportunidad de visitar la colegiata de Santa María de Orreaga/Roncesvalles.
El origen del templo se remonta al siglo XII, cuando el objetivo era construir un hospital-monasterio para dar cobijo a los peregrinos. Imprescindible entrar a ver la iglesia, que es de estilo gótico, y admirar la talla de la virgen. Otro imperdible que puedes admirar tras cruzar el claustro es la capilla de San Agustín, antigua sala capitular gótica donde se encuentra el sepulcro del rey Sancho VII el Fuerte.
Capilla de San Agustín y el sepulcro del rey Sancho VII el Fuerte
Por supuesto que, ubicada la villa en un entorno natural tan excepcional, hay varias rutas de senderismo que nacen desde aquí -además del Camino Francés a Santiago-. Por ejemplo, el “Camino de los canónigos” que te permitirá obtener una preciosa panorámica de todo el conjunto. Otra opción es la ruta circular por el “Bosque de Basajaunberro”, que se puede hacer en poco más de una hora y te adentra un poco en las zonas de leyendas de navarra.
Si no estás haciendo el Camino, pero te quieres sentir una peregrina, también puedes hacer tramos del Camino de Santiago -yo hice unos pocos kilómetros, a ver si me animo a hacer el Camino una segunda vez, la primera fue hace un par de años, cuando hice el Camino Portugués.
💡 Si buscas alojamiento en Roncesvalles, mi recomendación es el «Hotel Roncesvalles«, ubicado en un antiguo hospital medieval que está pared con pared con el impresionante monasterio de Roncesvalles. Tiene una zona de bar y otra de restaurante, además de habitaciones muy cómodas.
Si no vas a alquilar vehículo y quieres conocer este pueblo tan icónico, puedes hacer esta buenísima excursión desde Pamplona a Roncesvalles y Burguete.
Roncesvalles, punto de partida del Camino de Santiago francés en España
Por supuesto que, si tienes tiempo disponible, Navarra te ofrece un abanico de paisajes y de posibilidades, incluyendo su capital.
Te recomiendo pasar al menos un día por Pamplona, descubrir sus encantos callejeando por su centro histórico -imprescindible entrar a la catedral, visitar la plaza del Castillo y la Plaza Consistorial- y catar su gastronomía yendo de pintxos por la mítica calle Estafeta.
También te recomiendo hacer una ruta por el Valle de Baztan, retratado por Dolores Redondo en su “Trilogía del Baztán”.
Otro destino interesante -y también retratado en varias novelas, entre ellas la última de Elvira Roca Barea (“Las Brujas y el inquisidor”)- es Zugarramurdi, el “pueblo de las brujas”.
👉 Si te ha gustado esta ruta por Navarra y estás planificando otro viaje en cuatro (o dos) ruedas por el país, no te pierdas esta recopilación de las mejores 7 rutas en coche por España.
Elizondo, valle de Baztan
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**Nota: muchas gracias a Turismo de Navarra por hacer posible este viaje. Aunque ha sido un viaje de prensa, todas las opiniones aquí expresadas son mías basadas en mi propia experiencia.
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