Actualizado el 4 septiembre 2024
Para muchas personas, la idea de comer sola en un restaurante o café puede ser intimidante.
Pero, aunque para mí nunca ha sido un problema disfrutar de una comida en solitario, he notado que para otras personas puede ser un reto, e incluso generarles vergüenza.
Por eso, en este artículo quiero compartir contigo mi experiencia y darte algunos consejos prácticos para que puedas disfrutar de comer sola sin sentirte rara o incómoda. Te prometo que no hay nada de qué avergonzarse.

Como seres sociales, solemos asociar las comidas con la compañía de otros, una tradición que viene desde los primeros días de la humanidad.
Ya sea en celebraciones, momentos de duelo o simplemente en la vida cotidiana, el acto de comer con otros fortalece los lazos sociales.
Es natural, entonces, que al comer sola, especialmente en un entorno público, sientas una especie de disonancia.
La mayoría de nuestras dudas, inseguridades y «fantasmas» vienen de imaginar qué pensará el otro cuando nos vea solas… y yo te digo: «¿y qué más dá lo que piense la gente?«
Pero, con los trucos adecuados, puedes aprender a disfrutar de estos momentos contigo misma, sin que te invada la incomodidad.

ÍNDICE DE CONTENIDOS
¿Es vergonzoso comer sola?
Para muchas personas, la idea de comer sola puede parecer un acto triste o incluso vergonzoso, pero nada más lejos de la realidad.
Comer sola te da la oportunidad de conectar contigo misma, disfrutar de la comida sin distracciones y observar el mundo que te rodea.
¿Cómo hacerlo sin sentirte rara? Aquí te comparto algunas estrategias que me han funcionado a lo largo de mis años viajando sola por el mundo.
Consejos para sentirte cómoda al comer sola
A continuación te hablaré desde mi propia experiencia. Sé que cada persona es un mundo, pero espero que estos consejos te ayuden a superar esa «incomodidad».
1. Nivel primeriza: acompañada por distracciones
Si estás comenzando a comer sola y sientes que necesitas algo más que la comida para sentirte cómoda, aquí tienes algunas ideas:
- Lleva un libro: sumérgete en una buena historia mientras disfrutas de tu comida. Los personajes y tramas pueden convertirse en una excelente compañía.
- Conéctate con los tuyos: usa este tiempo para ponerte al día en redes sociales, enviar mensajes o compartir fotos con tus amigos y familiares. Esto te hará sentir acompañada, aunque sea de manera virtual.
- Música para el alma: ponte los cascos (auriculares) y disfruta de tu álbum favorito mientras comes. La música puede ser un excelente aliado para aislarte del entorno si te sientes incómoda.
- Mantente informada: aprovecha para leer el periódico o una revista. Estar al tanto de las noticias o de las últimas tendencias te mantendrá ocupada y entretenida.
- Escribe o dibuja: lleva contigo un cuaderno y escribe tus pensamientos, experiencias o incluso dibuja. Es una excelente manera de canalizar tus emociones y disfrutar del momento.

2. Nivel avanzado: disfrutando de la soledad
Una vez que te sientas más cómoda con la idea de comer sola, puedes empezar a disfrutar realmente de estos momentos:
- Disfruta cada bocado: en lugar de preocuparte por estar sola, enfócate en saborear cada parte de tu comida. Reflexiona sobre las experiencias del día y aprecia el momento presente.
- Observa tu entorno: sentarse en una terraza o cerca de una ventana te permite observar la vida cotidiana de la ciudad. Esto puede ser muy enriquecedor y te hará sentir más conectada con el lugar que estás visitando. Es más, esto es lo que más disfruto de comer sola… ¡me siento al lado de una ventana para ver la cotidianeidad de la ciudad en acción!
- Contempla las vistas: si tienes la suerte de estar en un lugar con una vista hermosa, dedica un tiempo a simplemente mirar y relajarte. Esto puede traer una gran paz interior y hacer que el momento sea especial. En mi último viaje estuve en un refugio frente a un glaciar… ¡una maravilla!

Ventajas de comer sola
Comer sola no solo es un acto de independencia, sino que también tiene múltiples ventajas.
Puedes elegir el lugar y el tiempo que más te convenga, comer a tu propio ritmo, y tener un momento de introspección y autoconocimiento.
Además, te brinda la oportunidad de experimentar una ciudad o un entorno de una manera única, observando los detalles que podrías perderte en compañía de otros.
Si estás interesada en viajar sola y quieres más consejos para superar los miedos y disfrutar de la experiencia, te invito a leer mis artículos sobre cómo vencer el miedo a viajar sola y los pros y contras de viajar sola.
Recuerda, la compañía más importante que tendrás en la vida es la tuya.
Así que disfruta de comer sola, y deja que esos momentos contigo misma se conviertan en una de las mejores partes de tu viaje.
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6 comentarios
Y…es la primera vez…en un pequeño pueblo…..pero me atreví..
¡Que hablen!¡No hago nada malo!¡Disfrutar sola!….¡Puedo y me gusta!…..¡Gracias Dios por atreverme!…Y sabes qué….tengo 62 años
Qué bien, Mónica! Me alegro un montón. Hay muchas mujeres, de diferentes edades y con diferentes circunstancias, que se han lanzado a viajar y a disfrutar de la vida. Me alegro por ti. Un abrazo inmenso y que sigas viviendo experiencias increíbles por el mundo.
Como me gusta saber que no soy la única loca que ama comer sola.
Me encanta sentarme en un bar y ver la gente pasar, imaginarme historias sobre sus vidas y soñar un poco despierta con los próximos viajes.
Cuando me canso siempre llevo en mi cartera un libro o una revista de crucigramas. Eso evita el aburrimiento.
Sin ir más lejos el otro día fui a hacer un trámite para mis padres que implicó una espera de 4 hs (la bendita burocracia argentina) y debo de haber sido la única que no se quejaba. Cuando me llegó el turno resentí no haber podido terminar el capítulo.
Gracias por tu blog. Me encanta leerte
Besos
Jajaja somos muchas ya las que le hemos encontrado el gusto a comer solas! A mi también me encanta! Gracias por pasarte por aquí y contarnos tu experiencia!!! Un beso!
¡Pues a mí me encanta comer sola! Siempre me ha gustado y no sólo ahora que ya soy una señora «mayor» (sic), jaja. Si bien tengo tiempo en casa para prepararme mis almuerzos, he tomado la costumbre de ir una o dos veces por semana a almorzar a un restaurante precioso de mi barrio unos menúes riquísimos, abundantes y baratos! O sea que hasta que termine tengo un buen rato observando, anotando cosas en mi agenda, leyendo… pero sobre todo viendo pasar a la gente y también la que está en el local (porque se llena!). Me encanta ya haberme convertido en una parroquiana. Y cuando viajo, comer o tomarme un cafecito sola es lo más! Incluso en Marruecos, donde era la única mujer en un café donde hasta el mozo (camarero) bromeó conmigo con que le había dicho a la cajera que yo «era su novia», je, y así tengo muchas anécdotas. En unos meses me espera un viaje de 45 días por India, así que vengan los «Talis of a lonely woman». :)
Gracias por tu aporte, Cristina! Me encanta saber de otras mujeres que disfrutan comiendo solas también!!! Y que disfrutes mucho de esos Talis!!! :) Un fuerte abrazo!