Actualizado el 27 enero 2025
¿Viajas a Nueva York y quieres hacer planes diferentes, de esos que no aparecen en las guías convencionales? ¡Estás en el lugar indicado! Aquí te cuento 10 planes originales que hacer en Nueva York y que te van a alucinar.
Nueva York es una experiencia en sí misma: el frenético ritmo de Wall Street que contrasta con la paz que se respira en Central Park, los cegadores neones de Times Square, el arte urbano que nos sorprende, los museos que alimentan el alma, rascacielos que nos obligan a mirar el cielo… ¡es una ciudad increíble!
La canción dice que NYC es «de lo que están hechos los sueños y no hay nada que no puedas hacer aquí… las calles te harán sentir como nueva…”. Es cierto que cosas para ver y hacer en Nueva York no te faltarán, pero aquí te propongo 10 planes originales que hacer en Nueva York.
Si nunca has estado en Nueva York, te recomiendo que le eches un vistazo a estas guías, que te ayudarán a organizar tu visita:
- Qué ver en Nueva York: guía para principiantes (zonas, consejos, precios, horarios, etc.)
- Nueva York en 7 días
- 25 cosas gratis que hacer en Nueva York
Ahora bien, además de las visitas “tradicionales y básicas”, siempre puedes vivir experiencias únicas y totalmente originales en Nueva York.
Cosas que muy poca gente hace y que seguro que te encantarán. Aquí te cuento 10 cosas que puedes hacer en “la ciudad que nunca duerme” para asegurarte de que vuelves a casa con un montón de vivencias inolvidables.

ÍNDICE DE CONTENIDOS
- 1. Tener Manhattan a tus pies (literalmente)
- 2. Visitar el último faro de Manhattan
- 3. Cena en el cine (ni antes ni después: ¡durante!)
- 4. Tomar un café entre cascadas y rascacielos
- 5. Disfrutar de una noche en Coney Island
- 6. Cantar y dar palmas en una Misa Góspel
- 7. Tomar algo en un verdadero bar oculto – Speakeasy
- 8. Sentir que cambias de siglo en Williamsburg
- 9. Temblar de miedo en un recorrido nocturno por un cementerio histórico
- 10. Recorrer el río Hudson en Kayak ¡y gratis!
- Extra: Escuchar jazz en vivo en Harlem
- Hoteles en Nueva York
- El mejor seguro de viaje para Estados Unidos
1. Tener Manhattan a tus pies (literalmente)
Hasta hace poco era algo prohibitivo, pero hoy en día uno de los planes originales que hacer en Nueva York es ver la isla desde el aire (de día o de noche) volando en helicóptero por unos 270€.
Si Nueva York, al igual que muchas otras grandes ciudades, no es la misma de día que de noche, imagina si puedes cambiar tu perspectiva y ver los rascacielos, el Central Park, los puentes y la estatua de la Libertad ¡¡desde el aire!!
Sin duda alguna, será la gran experiencia de tu vida y algo que no olvidarás nunca más. Aquí tienes toda la información para volar en helicóptero en Nueva York.

2. Visitar el último faro de Manhattan
Aunque ningún barco se desorientaría hoy en día al surcar las aguas de Hudson con todas las luces de Nueva York, esto no era así hace un tiempo atrás.
A principios del siglo XX Nueva York no estaba iluminada como ahora. Por ello, se colocó un pequeño faro rojo bajo el puente George Washington, que une Manhattan con New Jersey.
Hoy su función ha quedado obsoleta, pero es una visita casi inusual en NYC y ¡es el único faro de la isla!
No pierdas la oportunidad de caminar hasta el Little Red Lightouse (el faro rojo) que se eleva 12 metros y tomarte una foto allí.
3. Cena en el cine (ni antes ni después: ¡durante!)
Un plan normal de sábado noche sería ir a cenar y luego ir a ver una peli. O ir al cine antes de cenar y darnos un atracón de palomitas, pero ¿a que es tentador poder cenar o tomar un cóctel mientras ves una peli?
En el cine Alamo Drafthouse que está en el Downtown de Brooklyn es posible. Es más,tienen sesiones matiné por lo que puedes ir también a almorzar y elegir entre su variada cartelera de películas de estreno o películas independientes.
Tú te sientas y vienen los camareros o camareras y te sirven directamente en la comodidad de tu butaca. ¿A que apetece un montón el plan? Sin duda es uno de mis favoritos entre los planes originales que hacer en Nueva York.

4. Tomar un café entre cascadas y rascacielos
Nueva York es una ciudad frenética y ruidosa… ¡a menos que conozcas el secreto de sus pequeños oasis!
Escondidos entre los rascacielos del centro de la ciudad hay dos pequeñísimos jardines con cascadas incluidas donde detener el tiempo y disfrutar de un café en silencio.
El Greenacre Parak es uno de esos pequeños “oasis” en el corazón de Midtown, cuenta con una cafetería y varias mesas al aire libre. Márcalo en tu agenda.
Paley Park es otro “parque urbano íntimo y secreto” donde descansar del barullo de la “gran manzana”. Está a 10 minutos a pie del Greenacre Parak y también tiene una pequeña cafetería con mesitas al aire libre junto a una bonita cascada.
Shhh! No le cuentes a nadie, pero en el edificio de la Ford Foundation (a pasitos de la Grand Central Terminal) hay un jardín interior con arbolitos, plantas y un estanque que es un pequeño oasis de paz. Ah! y la entrada es gratuita.
5. Disfrutar de una noche en Coney Island
Uno de los planes originales que hacer en Nueva York es visitar Coney Island, ubicado en Brooklyn, y sentir que estás dentro de alguna de las muchísimas películas y series que has visto en tu vida.
Con un toque algo retro, los dos parques de atracciones a orillas del Océano Atlántico (el Luna Park y el Deno’s Wonder Wheel) con su noria enorme y montaña rusa que te llena de adrenalina ¡te esperan a menos de 1 hora del centro de Manhattan!
Durante los meses cálidos Coney Island está lleno de familias, parejas y grupos de amigos tomando el sol en la playa, caminando por el paseo marítimo, disfrutando de las atracciones de los parques o catando alguna propuesta de comida rápida en los puestos callejeros.
Descubre Coney Island y siéntete como una verdadera neoyorkina.

6. Cantar y dar palmas en una Misa Góspel
No tienes que ser creyente para asistir a una misa góspel. Solo tener ganas de vivir algo diferente y que te deslumbrará y te llenará de energía.
Acércate un domingo a la zona de Harlem (aunque hay iglesias con coros de góspel en toda la isla, pero las de Harlem son muy auténticas) y, además de callejear y sentir el gran contraste con el resto de la isla de Manhattan, asiste a una misa.
Eso sí, recuerda que no es una “atracción turística”, sino un sitio de culto religioso.
No todas las iglesias ofrecen misas a la misma hora ni todas incluyen el coro (que es lo más espectacular y la razón para ir).
Te aconsejo que verifiques en la web de cada iglesia antes de ir para asegurarte de que cuando llegues habrá góspel.
Mi recomendación de iglesias, por si quieres ir a tiro hecho y no dar vueltas, son:
- First Corinthian Baptist Church (está en 1912 Adam Clayton Powell Jr Blvd. las misas son los domingos a las 7.30 am, 9.30 am y 11.30am. Intenta ir a la de las 7.30 ya que no habrá turistas, solo gente local)
- Canaan Baptist Church (la dirección es 132 W 116th St. y ofrece misa los domingos a las 10am)
- Bethel Gospel Assambley (la dirección es 2-26 East 120th St. y la misa es el domingo a las 10.15am. También ofrcen una misa con góspel los miércoles a las 7pm).
Si en vez de Harlem vas a Brooklyn, te recomiendo la misa góspel en “Brooklyn Tabernacle” (la dirección es 17 Smith St, Brooklyn y tiene misa los domingos a las 9am, 11am y 1pm).
En todos los casos la entra es gratuita, pero es recomendable dejar un donativo.

7. Tomar algo en un verdadero bar oculto – Speakeasy
Los “Speakeasy” surgieron en la época de “la ley seca” y eran bares clandestinos, por lo que solo podías entrar si conocías el “código secreto”.
Hoy en día los “pseudo-speakeasy” han proliferado en el mundo, pero en realidad nunca fueron bares clandestinos, sino que se hacen llamar “sepeakeasy” por una cuestión de marketing.
Sin embargo, aún es posible encontrar alguno de los verdaderos “speakeasy” en Nueva York, los que se crearon durante la ley seca y aquí te cuento de uno de ellos (pero shhhh, no se lo cuentes a nadie más).
“The Back Room” es uno de los únicos dos bares clandestinos en NYC que realmente funcionó durante la Ley Seca (en los años 20) y que existe en la actualidad.
Se dice y se cuenta que por aquí pasaron algunos de los gángsters más famosos, como Lucky Luciano o Bugsy Siegel.
Hoy en día ya no es secreto, pero mantiene el ambiente de antaño. The Back Room está en 102 Norfolk Street.

8. Sentir que cambias de siglo en Williamsburg
Williamsburg es un barrio que data del siglo XVII y tiene dos zonas muy diferenciadas y opuestas:
- una zona hípster total, con arte urbano y tiendas cool
- otra zona que es como cambiar de siglo sin tener una máquina del tiempo.
En la zona sur de Williamsburg te encontrarás con la comunidad de judíos ultraortodoxos más grande del país.
Una zona donde se mantiene la cultura conservadora, donde las mujeres usan pelucas y ropa conservadora y oscura. Y los hombres visten con largas túnicas negras, rizos a cada lado de su cara y los típicos sombreros.
Para ellos, más que un barrio es un universo, dado que prácticamente no salen de él. Allí nacen, se reproducen (mucho, ya que suelen tener familias numerosas) y mueren.
A pesar de ser los dueños de tiendas de lujo, como joyerías, el barrio parece más bien humilde.
Para recorrerlo y descubrir la historia y leyendas, lo mejor es que lo hagas con el “Tour de Contrastes”, el tour más popular y mejor valorado por todos los viajeros.

9. Temblar de miedo en un recorrido nocturno por un cementerio histórico
Aunque a mí no me gusta visitar los cementerios ni de día ni de noche, uno de los planes originales que hacer en Nueva York -si no te da miedo- es recorrer el Green-Wood Cementery de Brooklyn ¡de noche!
Este camposanto, uno de los más fascinantes -y lúgubres- ofrece visitas “fuera de hora” (Green-Wood After hours), cuando se va la luz y el cementerio cierra al público.
No solo te cuentan historias del cementerio y fenómenos paranormales, sino que también podrás entrar a las catacumbas, ¿te atreves?
10. Recorrer el río Hudson en Kayak ¡y gratis!
Uno de los planes originales que hacer en Nueva York es, sin duda alguna, surcar las aguas del río Hudson en un kayak.
Durante los meses cálidos del año (junio a octubre), en el muelle 96 la compañía Manhattan Community Boathouse ofrece rutas gratuitas en kayak.
Te ofrecen una taquilla para dejar tus cosas y hay un monitor que te explica cómo utilizar el kayak (por si eres principiante). Tendrás unos 20 minutos para disfrutar de la experiencia ¡y merece la pena!
Si no tienes ganas de “remar” o vas a NYC en otoño-invierno, puedes disfrutar del río Hudson en un crucero con cena incluida. Una experiencia de 3 horas para ver el skyline de Nueva York iluminado (incluyendo la Estatua de la Libertad)
Extra: Escuchar jazz en vivo en Harlem
Tengo que confesar que a mi me gusta el jazz solo en pequeñas dosis y en directo. En mi casa rara vez pongo jazz porque sí.
Sin embargo, tanto en Londres como en Nueva York me he dado el lujo de ir a bares donde tocaban jazz en vivo y la experiencia me ha parecido maravillosa.
Lo bueno de Harlem es que tiene bares míticos donde los grandes de este estilo musical han tocado, como Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Charlie Parker o Duke Ellington.
Mis tres recomendaciones para darte un homenaje, tomar algo al son del jazz es Bill’s Place (aquí no permiten beber alcohol), Minton’s o Shrine.
Si no te gusta el Jazz, pero quieres una experiencia teatral, ¡asiste a un musical en Broadway!
En cartelera siempre encontrarás los musicales clásicos como:
Chicago, El Rey León, Moulin Rouge, Aladdin o El Fantasma de la Ópera.

Hoteles en Nueva York
Una opción muy buena es el hotel Pod 39, que está en Midtown Manhattan (a 5 calles de Grand Central Station), y ofrece habitacines cómodas, una terraza preciosa y una excelente relación calidad-precio.
Si vas con un bajo presupuesto, entonces te conviene hospedarte en un hostal con dormitorios compartidos. El Hi NYC Hostel se encuentra en el oeste de la zona “Upper Manhattan”, a pocas calles del Central Park. Bueno, bonito y ¡barato!
Si vas a estar en la «Gran Manzana» más de una semana, no te pierdas las 4 EXCURSIONES de un día que hacer desde NUEVA YORK. ¡Sensacionales!
El mejor seguro de viaje para Estados Unidos
Algo que seguro ya sabrás es que en Estados Unidos de Norteamérica la medicina es prohibitiva.
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